Es fundamental que la madre y el padre no actúen como si sólo ellos supieran lo que es bueno para su hijo y crean que lo mejor para él o ella sea su presencia constante. que se den cuenta de que no sólo es necesaria esa separación de su hijo, sino que es buena para él.
María Elízaga Viana - El Imparcial, 15 de noviembre 2011.
Muchos padres se quejan de que, desde que llegó el niño, la mujer no tiene ojos para él. O bien de que no le deja intervenir en la crianza, porque el niño prefiere comer con ella o que lo bañe ella y, si no, no come o tiene berrinches.
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